La profunda crisis de resultados que atraviesa Independiente Petrolero se ha cobrado su primera gran víctima. En las últimas horas de este martes, 8 de julio, medios locales y nacionales han confirmado que Juan Marcelo Robledo ha sido desvinculado de su cargo como director técnico del primer plantel.

La Crónica de una Salida Anunciada

La decisión llega como una consecuencia directa de la insostenible situación deportiva del club. El detonante final fue la dura goleada por 4-0 sufrida ante Bolívar en La Paz este lunes, un resultado que dejó al equipo estancado en la parte baja de la tabla de posiciones del Torneo Profesional y sin rumbo aparente.

Esta no es la primera vez que la continuidad de Robledo estaba en duda. A finales de mayo, tras una derrota contra Aurora, el propio técnico había puesto su cargo a disposición, pero en aquel entonces la dirigencia decidió respaldarlo y ratificarlo en el puesto. Sin embargo, la falta de una reacción positiva del equipo en los partidos siguientes ha hecho que la situación llegue a un punto de no retorno, culminando en su salida definitiva.

El Fin de un Ciclo para un Ídolo

Con esta desvinculación se cierra el tercer ciclo de Marcelo «El Loco» Robledo al mando de Independiente. Su nombre quedará grabado para siempre en la historia del club por la hazaña de 2021, cuando, contra todo pronóstico, llevó al equipo recién ascendido a consagrarse campeón de la División Profesional por primera vez.

Sin embargo, el desgaste y los malos resultados de la presente temporada han terminado por romper el vínculo entre el club y el entrenador que le dio su única estrella.

¿Y Ahora? El Desafío del Sucesor

La salida de Robledo abre un enorme interrogante sobre el futuro inmediato del equipo. La dirigencia deberá trabajar contrarreloj para encontrar un sucesor que asuma el mando de un plantel golpeado anímicamente y con enormes limitaciones.

El nuevo entrenador se encontrará con un panorama desolador:

  • Un equipo en los últimos lugares de la tabla.
  • Casi Eliminado de la Copa Paceña.
  • Una grave crisis económica.
  • La sanción de la FIFA que impide inscribir nuevos jugadores.
  • Una crisis institucional por los problemas en la dirigencia.

La tarea no será nada fácil. La salida del ídolo es un intento desesperado por cambiar el rumbo, pero no soluciona los problemas estructurales que hoy amenazan el futuro de Independiente en la máxima categoría del fútbol boliviano.