La Selección Boliviana de Fútbol consiguió un importante triunfo por 1-0 sobre su similar de Jordania en un reñido amistoso internacional. Un espectacular remate de Robson Mateus en los minutos finales fue suficiente para que el equipo nacional se trajera una victoria en condición de visitante.

Un triunfo que ilusiona y refuerza. La Verde, bajo un planteamiento serio y protagónico, logró imponer su juego y se quedó con una merecida victoria en su gira por Turquía. El partido, que por momentos fue trabado y de mucho roce, se definió con una genialidad individual que quedará en la retina de los aficionados.

Desde el pitazo inicial, Bolivia demostró su intención de ser protagonista. Con una presión alta y constante, el equipo buscó forzar el error del rival y recuperar la pelota en campo contrario. Durante la primera mitad, el combinado nacional generó varias ocasiones de peligro, incluyendo un par de cabezazos de Monteiro que pasaron cerca y una jugada polémica en el área donde Daniel Medina cayó, pero el árbitro desestimó la acción.

Jordania, por su parte, intentó hacer daño a través de transiciones rápidas y tuvo su oportunidad más clara con un remate de media distancia que se estrelló en el poste, haciendo temblar por un instante el arco defendido por Carlos Lampe.

El segundo tiempo mantuvo la tónica, con Bolivia llevando la iniciativa pero sin encontrar la claridad necesaria para romper el cero en el marcador. Gabriel Villamíl fue uno de los ejes del mediocampo, intentando filtrar pases para la velocidad de Miguel Terceros, pero la defensa jordana se mostraba sólida.

Cuando el partido parecía encaminarse a un empate sin goles, apareció la magia. Cerca del minuto 89, Robson Mateus tomó el balón a varios metros del área, se perfiló para su zurda y sacó un remate espectacular. El balón, con una comba perfecta, se coló en el ángulo superior del arco rival, haciendo inútil la estirada del portero. Un verdadero golazo, «de otro partido», que desató la euforia en el banquillo boliviano.

En los minutos finales, Jordania se volcó al ataque, pero se encontró con la seguridad de Carlos Lampe, quien respondió con una gran atajada para sellar el resultado final.

Esta victoria no solo sirve para la estadística, sino que fortalece la confianza de un grupo que busca consolidar una idea de juego. El esfuerzo colectivo, la solidez defensiva y la aparición de la jerarquía individual en el momento justo fueron las claves de un triunfo que permite a La Verde seguir creciendo.

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