 
									Lo que fue un primer tiempo cerrado con ventaja mínima para la visita, se convirtió en una pesadilla para el equipo ‘cementero’ en Sucre, que sufrió una goleada escandalosa en el inicio de la Copa Simón Bolívar.
SUCRE | PROTAGONISTASTV.COM
El fútbol tiene dos caras y Fancesa las vivió ambas en su amargo debut en la fase nacional de la Copa Simón Bolívar. El equipo chuquisaqueño cayó estrepitosamente por 2-7 ante un letal Ciudad Nueva Santa Cruz, en un partido cuya historia cambió radicalmente tras el descanso y que estuvo marcada por una tarde para el olvido del guardameta local, Jimmy Roca.
El primer tiempo en el Estadio Patria mostró un duelo táctico y disputado. Ambos equipos buscaron el arco rival, pero solo la visita logró romper el cero. Fue al minuto 37 cuando Diego Jhadiel Saavedra Rocha (#9) adelantó al cuadro cruceño, anotando el gol que establecería el marcador de 0-1 con el que ambos equipos se irían al vestuario.
Nadie en el estadio podría haber predicho la tormenta que se desataría en la segunda mitad.
Apenas reanudado el juego, la defensa de Fancesa comenzó a mostrar fisuras que su rival no perdonaría. Si bien el equipo local logró un empate transitorio al minuto 53 por medio de Limber Coa, la reacción fue un espejismo. La debacle de Fancesa se cimentó en una actuación insegura de su portero; según el análisis post-partido, al menos tres de los goles de Ciudad Nueva llegaron precedidos de errores evidentes del arquero Jimmy Roca, que minaron la confianza de todo el equipo.
La lluvia de goles visitantes en el complemento fue implacable. Diego Jhadiel Saavedra Rocha (#9) con un doblete a los 65 y 69 minutos, Matheo Becerra (#39) también con dos tantos a los 72′y 78′, Ronaldo Monteiro (#18) al 82′ y 86′, y Rodolfo Mejía (#30) al 90′, configuraron la humillante goleada.
Este 2-7 final deja a Ciudad Nueva Santa Cruz como un candidato de temer, mostrando una pegada demoledora. Para Fancesa, es un llamado de atención urgente; el equipo deberá trabajar no solo en lo táctico, sino también en lo anímico, para reponerse de un golpe que cala hondo en sus aspiraciones en el torneo de ascenso.
 
	

 
					 
					 
																			 
																			 
																			